Ante los escolares con dificultades en el aprendizaje se puede actuar desde diversas orientaciones. Los profesionales suelen moverse preferentemente en una u otra perspectiva y tienden a asimilar la casuística real de estos escolares a los parámetros de la orientación en que se encuadran. Con el modelo integrador propuesto en este libro se intenta contribuir a subsanar tales prácticas reduccionistas. El modelo se califica como integrador porque su característica fundamental es la de tener en cuenta aportaciones de las diversas orientaciones teóricas existentes. También se caracteriza por ser asequible a los recursos de un centro educativo típico. El libro está organizado en dos partes, una teórica y otra práctica. Tras la oportuna contextualización y la revisión de la literatura especializada, los capítulos 3 a 6 presentan el modelo integrador en sus características generales, componentes y funcionamiento. En los capítulos 7 a 9 se ejemplifica el modelo propuesto con el estudio de un caso real de dificultades en lectoescritura. Este libro contempla una amplia pluralidad de destinatarios: Departamentos de Orientación, Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica, gabinetes psicopedagógicos, profesores de aulas de Educación Especial, estudiantes de Pedagogía y Psicopedagogía y, por supuesto, profesores tutores. Los profesores del aula ordinaria desempeñan en este modelo un papel de la máxima relevancia.