Memorias de un niño y su pueblo. / Julio César Bottari

Todos tenemos un pueblo qus aunque lo dejemos por razones diversas siempre persiste en el corazón y la mente, renaciendo con verdadera terquedad en las remembranzas de un ayer vestido de melancolía. Quizás en las grandes ciudades no se pueda hablar realmente del concepto de un pueblo, pero el barrio que también se vuelve un micromun-do puede sustituirlo. Psicológicamente hablando, en este primer ambiente los conocimientos se perciben más intensamente y en un espíritu de blanda y maleable arcilla marcan signos indelebles. Todos tenemos una pequeña porción de suelo en donde vimos la luz primera. Antes que otros lugares ya ha existido la tierra nativa que con sus diversos elementos ha moldeado nuestro espíritu. El mi-cromundo que deja su huella para siempre es el lugar donde ;io sólo abrimos los ojos del cuerpo sino también los del alma. Pedacíío de nuestra Patria donde ss mezclan: esperanzas, recuerdos, íelicidades, amarguras, leyendas, risas, canciones y poesía. Con estas casi intrascendentes narraciones pueriles deseo avivar los recuerdos de todos aquellos que, aunque mordidos por los años, sueñan con el pueblo ';me los vio nacer y entre las brumas del pasado, con nostalgia apasionada sienten que su infancia regresa al recordar de ayer. tierno, ingénuo y hmilde que nunca volverá.