Filosofía Moral. / Félicien Challaye

Tanto la Metodología de las ciencias (1) como la Filosofía moral, de Challaye, publicadas en sexta edición bajo el título de Philosophie scientifique et Philosophie moróle, de conformidad con el programa oficial francés para las clases de Matemáticas ele- mentales, están concebidas dentro del espíritu del positivismo, orientación predilecta de los hombres dedicados exclusivamente a las ciencias. Todo ser humano, cualquiera que sea su ideología religiosa y filosófica, necesita una moral. Se hace, pues, indispensable tratar de construir un sistema de moral que sea aceptable aun para los que carezcan de religión y de toda filosofía metafísica. Dentro de esta orienta- ción, el desarrollo de la materia no deja nada que desear en la solidez posible, y en comprensión. Su cla- ridad, sobre todo, es notabilísima, aun dentro de los libros de texto franceses que se destacan por su mara- villosa exposición y por sus condiciones didácticas. Esta moral aspira únicamente a hacer del hombre un buen ciudadano, y para ese fin escoge las conside- raciones y las argumentaciones que tienen que ser acep- tadas aun por un espíritu positivo, por cuanto no reba- san los linderos de lo científico y no penetran en el campo de la metafísica, quimérico para el positivista. A los que aspiran a otra moral más elevada sobre esta moral social del perfecto ciudadano, les será tam- bien muy útil la lectura de este texto en la parte afir- mativa y en las consideraciones positivas con que la funda. Por ser una moral basada únicamente en consi- deraciones humanas, es muy adecuada para robustecer las convicciones morales y, sobre todo, la práctica de la moralidad en aquellos que la basan en motivos más elevados, pero por lo mismo frecuentemente menos eficaces. Explicando en una frase la función de esta moral a los partidarios de la moral cristiana, les diremos que esta moral positivista desempeña, dentro de la moral religiosa y metafísica, un papel semejante al que al lado de los motivos sobrenaturales de odiar el pecado representan los motivos terrenales y humanos.