Esta obra nos muestra la trágica realidad en que viven miles de familias, y que se desconoce en el ámbito público por diversas razones, que comprenden desde lo cultural, jurídico, económico hasta lo político. Si los niños y las niñas son el futuro de un país se deben proteger y amar, para tener como colectividad una sociedad justa, en donde se viva en seguridad y en paz. Los arquitectos de la nueva sociedad están en ciernes, de lo que el Estado haga actualmente en función de la niñez y de la juventud, así será el futuro próximo. Esta obra tiene el mérito de introducirnos al seno de una familia y de conocer de primera mano los vínculos interpersonales que se dan entre sus miembros, asimismo las relaciones de los familiares con las instituciones gubernamentales. El testimonio de la niña fuente no se maquilla para hacerlo atractivo o se omiten situaciones violentas para no hacerlo chocante, simplemente es un relato fresco y natural que atraviesa toda la obra, la ficción se entreteje con el relato para circunscribirlo en la realidad nacional. Esta obra va dirigida para todo público, tiene un carácter no sólo representativo sino que sobre todo pedagógico, con la finalidad de prever situaciones de agresión sexual, de la misma forma como enfrentar un hecho de incesto cuando éste ya está consumado. Para las madres e hijas, esta novela es un arma que la podrán utilizar en defensa de su integridad física y moral, y en particular ponerle fin a un hecho lamentable. Lo novedoso de esta obra es que aborda una temática complicada de una forma sencilla, además constituye un aporte sui géneris porque trata un estudio de caso desde la óptica psicosocial.