Este segundo volúmen, abarca los veinticinco años de la vida del santo, en los que Don Bosco llega a una madurez personal sorprendente como educador y guía espiritual de los jóvenes, escritor prolífico y editor de éxito, formador de colaboradores y fundador de congregaciones religiosas, personalidad socialmente comprometida y mediador oficioso entre el nuevo Estado Italiano y el Vaticano. Es el período de grandes decisiones, no todas previstas con antelación, y realizaciones de enormes trascendencias; Don Bosco traspasa el umbral de Valdocco y consigue una fama más que notable, en ambientes eclesiales, sociales y políticos de su tiempo, que rebasa con creces su actuación educativa y evangelizadora en Turín.