Diseño de revistas: Pasos para conseguir el mejor diseño. / Stacey King
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Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Biblioteca Rafael Meza Ayau | Colección General | 741 K52 2001 (Navegar estantería(Abre debajo)) | 01 | Disponible | 34771 |
Navegando Biblioteca Rafael Meza Ayau estanterías, Colección: Colección General Cerrar el navegador de estanterías (Oculta el navegador de estanterías)
El mundo de las revistas es muy atrayente. Incluso si no eres un adicto consciente a las revistas que espera ansiosamente sus 20 subscripciones, y esconde vergonzosamente Gtamoury Peope antes de que lleguen las visitas— puedes hacerte una pequeña idea del asunto visitando la librería local. Repasa la estantería de las revistas; fíjate en los brillantes colores de las impactantes líneas de las cubiertas, las inteligibles, intrigantes o extravagantes fotografías. Al cabo de pocos minutos, estarás hojeando títulos que no habías visto nunca, comparando competidores, miranda expertamente los logotipos para ver si reconoces a la editorial. Y juzgando, siempre juzgando. Las revistas están entre los medios de comunicación que se examinan más detenidamente. Ello es debido a que al público le gusta ver una buena pelea, v .1 edición de revistas, a pesar de su magia y su ai'r. es un sector empresarial desesperadamente competítivo. Según 'Mr. Magazine', el Dr. Samir Husni, cuya iiuual Guía de Nuevas Revistas de Oran Consumo analiza el ascenso y caída de los nuevos títulos, se presentaron 864 revistas en 1999, y casi un 50% había desaparecido al final del año. Quienes las confeccionan timen que sostener una dura pelea: mantienen una arma batalla con los anunciantes, la constante demamf.i de alteraciones de la imagen para adaptarse a un publico todavía por definir y las criticasen voz baja de '-, profesionales de la prensa y del gran público. Los veteranos, mientras tanto, actualizan sus imagenes cada pocos años para mantenerse al día, bajo la mirada vigilante de los gurús del sector y de los lectores que se desesperan cada vez que una revista cambia iir logotipo. Añadamos unos públicos cada vez más fascinados con la tercera dimensión de los medir' electrónicos y unos críticos que predicen la defum ion del mundo impreso. Esto por no hablar del desaín con que se enfrentan las revistas durante la rece' ion económica, cuando la competencia por las venta' de anuncios se hace más feroz y los títulos consolid.idos sufren despidos de personal y fusiones generalizadas entre sus anunciantes.
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