Dirección estratégica de empresas de comunicación. / Alfonso Sánchez-Tabernero

Durante siglos, las historias más plenas y universales de felicidad humana las han protagonizado valientes «príncipes azules» que se enamoraban de b .lísimas princesas; tras alguna que otra peripecia inicial —malentendidos, oposición de los padres o argucias de malvados pretendientes—, el príncipe y la princesa se casaban, y disfrutaban de una maravillosa y larga vida. Aún hoy, las revistas «del corazón» y bastantes medios de imunicación de mayores pretensiones hacen eco a esas narraciones, ii..¡ cadas en palacios reales y lugares de ensueño, en las que se mezcla : dosis similares de ficción y realidad. Sin embargo, en el momento presente, otro tipo de relatos configura el nuevo paradigma de felicidad: unos amigos abandonan la universidad para : poner en marcha un proyecto empresarial, que les convierte en muí; i millonarios cuando apenas han cumplido los veinticuatro años; L hijos de un pobre matrimonio venden el acordeón y la bicicleta para iniciar una modestísima aventura comercial, que al cabo de unos .¡ios se convierte en una próspera corporación internacional; un joví 11 emigrante llega a su nuevo país con unos cuantos dólares y deseos 'e triunfar, y acaba presidiendo una gran compañía... En esas h¡storias de emprendedores tampoco es fácil distinguir los hechos de aureola que rodea a cualquier epopeya. Con todo, el nervio de la ación no se desvía mucho de las clásicas historias de princesas; los protagonistas —hombres y mujeres que parten de cero, en situaciones de completa desventaja— gracias a su coraje, talento y esfuerzo llegar, a conseguir los bienes más preciados: en este caso no se trata del amor más extraordinario, sino de dinero, poder y prestigio social.