Introducción a la Teología Moral. / Klaus Demmer
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- 230 D382
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Biblioteca Rafael Meza Ayau | Colección General | 230 D382 1994 (Navegar estantería(Abre debajo)) | 001 | Disponible | 13350 |
No es raro que el estudio de la teología moral se con- vierta en problema para quienes estén interesados en ello. Y esto por diversas razones. En primer lugar, por la com- plejidad cada vez mayor de la asignatura. La teología moral comparte esta suerte con todas las demás disciplinas cientí- ficas. La vida, cada vez más complicada, hace que se multi- pliquen los interrogantes. Y, así, no es de extrañar que el estudiante difícilmente logre tener una visión de conjunto, y que trate de buscar perspectivas que le ofrezcan una primera visión de los complicados problemas, algo así como un comienzo, por modesto que sea, para que sus propias energías no se desparramen. Ahora bien, no sólo se multiplican los problemas, sino que además hay diferentes maneras de enfocar la teología moral como ciencia basada en la fe y cultivada e'n un con- texto de vinculación con la Iglesia. La manifestación con- creta de esta disciplina teológica dista mucho de ser homo- génea. No existe en ella unanimidad. Se habla, no sin ra- zón, de un pluralismo de teologías. No tiene nada de extra- ño que la teología moral, que tan cerca se halla de la vida, refleje de manera inmediata esta situación. Pero esto no es motivo para abandonar el intento, sino un saludable desafío que se aplica al conjunto de la teolo- gía. Una situación de crisis es capaz también de hacer que brote algo bueno. Y sería muy conveniente que fuera ganan- do terreno cada vez más la convicción de que es necesaria una cultura teológica coherente y, al mismo tiempo, abierta al diálogo. El que estudia teología, se adentra en una gran tradición del pensamiento, la cual no se halla como bloque errático en medio del paisaje de las ciencias del espíritu, sino que es capaz de evolucionar y, al mismo tiempo, de ser competitiva, y no tiene por qué ocultar su luz sino que debe ponerla sobre el candelero. Estos antecedentes justifican la presente obra. No se propone sustituir el estudio de la teología moral, sino que quiere ser una primera orientación para el lector. Es un secreto a voces que en la moral fundamental se fijan los puntos decisivos para la solución de todos los problemas pendientes. Será, pues, plenamente consecuente cargar el acento sobre los problemas fundamentales. Surgirán de vez en cuando temas de la moral especial. Servirán de ilustra- ción. Hace falta la vida entera para recorrer todo el campo de la teología moral. Un solo pensador teológico, en un breve intervalo de tiempo, no será en absoluto capaz de hacerlo. Pues bien, hay que hacer de la necesidad virtud. La concentración en las claves esenciales servirá para lograr una primera orientación. El lector verá cómo se enfocan las soluciones. Y será capaz de consultar con gran provecho y mayor facilidad extensos tratados de teología moral e inclu- so monogralfías detalladas. Esta necesidad se experimenta, sobre todo, porque faltan maestros de teología moral que sepan dirigir con mano experta a los principiantes.
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