Tipografía del Siglo XX
Tipo de material:
- 8425217431
- 741 B632
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Código de barras | |
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Biblioteca Antiguo Cuscatlán | Colección General | 741 B632 1998 (Navegar estantería(Abre debajo)) | 001 | Disponible | 25577 |
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Somos posletrados -leemos imágenes, sonidos y sensibilidades- y creamos un lenguaje multimedia a partir de una máquina ideada para la tipografía. Usted y yo, hoy y mañana. El diseño de tipos rara vez, o nunca, es totalmente original. Todo arranca de la necesidad de amoldarse a una larga tradición de formas de caracteres, una tradición que nos permite tener el concepto de un alfabeto legible. Y sin embargo, en el contexto de las herramientas creadoras de lenguaje, se crea una fuente totalmente ilegible extraída del ámbito familiar de un teclado. Algo familiar a través de lo cual sabemos que nuestras instrucciones son codificadas y nuestras órdenes recordadas. Olvídese del libro, la revista o la televisión; no son más que logros secundarios de la tipografía. Hoy día, nuestros mediadores tipográficos son el teclado y la pantalla, y nuestra información tipográfica está totalmente vinculada a la de los ordenadores. Se trata de una información cada vez más compartida: la difusión de los ordenadores personales no sólo ha permitido a más gente tomar decisiones tipográficas, sino que también ha transformado el contexto en el que se producen los diseños de tipos. El suministro de control e información tipográficos a una comunidad mucho más amplia está configurando inevitablemente una transformación de la sensibilidad tipográfica. El tema del tipo no se limita a cuestiones tales como la legibilidad y la amenidad de estilo. Las modas y los cambios tecnológicos sólo son una parte del telón de fondo. Lo que convierte a la tipografía en algo fascinante, y en un tema de investigación esencial para cualquier persona que se dedique al diseño, es que esta actividad consiste en una manifestación de nuestra búsqueda de mayor eficiencia y mejor poder de comunicación por la palabra escrita. La tipografía revela una serie de factores personales, políticos y económicos, además de progresos científicos. Es una exaltación de humanidad y un índice de valores sutil y vital. El intento de interpretar los datos recogidos por nuestra excavación en la historia de la tipografía sólo en términos actuales, produce un desenfoque en la complejidad de los temas tanto del pasado como del presente. Esta forma de interpelación se opone frontalmente al auténtico objetivo de la investigación histórica pero, sin embargo, todos los historiadores se ven obligados a poner fin a sus investigaciones en un momento dado si quieren verlas publicadas algún día. Inevitablemente, este libro también peca un poco de todo esto, ya que es demasiado conciso, está profusamente ilustrado (por una minúscula parte de la producción que pretende abarcar) y también por su deliberada inclinación hacia la vanguardia antes que hacia las tradiciones del diseño. Es un manual para incitar a la investigación, un instrumento para sondear ideas del pasado y del presente, y un álbum de recortes básico para la experimentación en la práctica del diseño gráfico. En este libro se usa la edición anterior, La tipografía del siglo XX, y se mezcla su visión del pasado con un presente nuevo..., a la vez que se invita al lector a remezclar de nuevo, depurar o añadir, a través de la interrogación y el juego. En todo libro hay una ilusión de totalidad que no se da en la palabra o en la red de Internet. La pregunta es: ¿cuan más pequeño o más grande debería ser este libro?
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