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Enciclopedia de técnicas de acuarela. / Hazel Harrison

Por: Tipo de material: TextoTextoIdioma: Español Detalles de publicación: Barcelona, España : Acanto, 1998Edición: 1a edDescripción: 191 p. : il. ; 23 cmISBN:
  • 8486673305
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 741.2 H318
Tema: Desde el siglo xix hasta nuestros días, la técnica de la acuarela ha gozado siempre de una gran popularidad. Paradójicamente, esa misma popularidad le ha reportado a veces un cierto desprestigio. Debido a su frecuente uso por parte de los pintores diletantes de la segunda mitad del siglo pasado. la frase «pintar a la acuarela» se asociaba automáticamente con la imagen de la dama de la alta sociedad impecablemente vestida colocando su caballete en un marco bucólico para pintar un paisaje con delicados tonos pastel. Esta imagen todavía perdura en nuestros días entre un cierto público profano, que, a veces, tiende a considerar la acuarela como un pasatiempo ameno comparable al bordado. Sin embargo, los artistas son de otro parecer y un creciente número de ellos la prefieren a otros medios, aplicándola de modo creativo y sugerente en el tratamiento de los temas más diversos. Otro viejo mito, afortunadamente en vías de desaparición, es el de que existe una manera «correcta» de pintar a la acuarela, consistente en la aplicación de capas transparentes de color y la utilización exclusiva del blanco del papel para crear los toques de luz. Esta técnica clásica produce, sin duda alguna, unos resultados extraordinarios, pero no hay que despreciar por ello otros métodos. Por otra parte, no toda la pintura al agua es transparente, ejemplo de ello son el gouache (también llamado tempera) o el acrílico; incluso las temperas que usó Miguel Ángel para pintar la cúpula de la Capilla Sixtina son opacas. En la actualidad, nada impide a los acuarelistas mezclar la acuarela con blanco opaco, combinar pinturas transparentes con opacas o incluso utilizar varios medios en un solo cuadro. Tanto la pintura como el pastel se elaboran con pigmentos y la única diferencia substancial radica en si el disolvente usado es el aceite o el agua. Este libro trata el tema de la acuarela en el más amplio sentido del término; así pues, sugiere métodos para trabajar con gouache y acríclico, pero también trata de las técnicas asociadas a la acuarela transparente, tan apreciadas a lo largo de la historia. El autor espera eliminar viejos prejuicios, aportar nuevas ideas y demostrar cuan sugerente puede resultar el arte de la acuarela.
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Desde el siglo xix hasta nuestros días, la técnica de la acuarela ha gozado siempre de una gran popularidad. Paradójicamente, esa misma popularidad le ha reportado a veces un cierto desprestigio. Debido a su frecuente uso por parte de los pintores diletantes de la segunda mitad del siglo pasado. la frase «pintar a la acuarela» se asociaba automáticamente con la imagen de la dama de la alta sociedad impecablemente vestida colocando su caballete en un marco bucólico para pintar un paisaje con delicados tonos pastel. Esta imagen todavía perdura en nuestros días entre un cierto público profano, que, a veces, tiende a considerar la acuarela como un pasatiempo ameno comparable al bordado. Sin embargo, los artistas son de otro parecer y un creciente número de ellos la prefieren a otros medios, aplicándola de modo creativo y sugerente en el tratamiento de los temas más diversos. Otro viejo mito, afortunadamente en vías de desaparición, es el de que existe una manera «correcta» de pintar a la acuarela, consistente en la aplicación de capas transparentes de color y la utilización exclusiva del blanco del papel para crear los toques de luz. Esta técnica clásica produce, sin duda alguna, unos resultados extraordinarios, pero no hay que despreciar por ello otros métodos. Por otra parte, no toda la pintura al agua es transparente, ejemplo de ello son el gouache (también llamado tempera) o el acrílico; incluso las temperas que usó Miguel Ángel para pintar la cúpula de la Capilla Sixtina son opacas. En la actualidad, nada impide a los acuarelistas mezclar la acuarela con blanco opaco, combinar pinturas transparentes con opacas o incluso utilizar varios medios en un solo cuadro. Tanto la pintura como el pastel se elaboran con pigmentos y la única diferencia substancial radica en si el disolvente usado es el aceite o el agua. Este libro trata el tema de la acuarela en el más amplio sentido del término; así pues, sugiere métodos para trabajar con gouache y acríclico, pero también trata de las técnicas asociadas a la acuarela transparente, tan apreciadas a lo largo de la historia. El autor espera eliminar viejos prejuicios, aportar nuevas ideas y demostrar cuan sugerente puede resultar el arte de la acuarela.

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